El Gobierno, afectado por la pérdida de fuentes de ingreso como el turismo, las visitas de los cruceros de Estados Unidos y la suspensión de algunas de sus “misiones médicas”, así como la amenaza de una parte del exilio de dejar de enviar remesas a partir de enero, ha obligado a acelerar una medida que La Habana viene anunciando desde hace casi una década.

—El gobernante designado Miguel Díaz-Canel aseguró que aunque existen muchos problema por resolver en la economía cubana, “lo más apremiante es el ordenamiento monetario”, en referencia a la unificación monetaria, que previsiblemente eliminaría de la circulación el cada vez menos valorado por los cubanos CUC.
“Nadie puede calcular, ni el más sabio de los sabios, el elevado costo que ha significado para el sector estatal la dualidad monetaria”, aseguró en un discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) este sábado, y donde hizo un balance de su gobierno durante 2019.
Agregó que el “ordenamiento monetario” está en “una fase avanzada de estudio y aprobación, de validación de cada tema, elaboración de las normas jurídicas, los procesos de capacitación, aseguramiento político y de comunicación social”, sin ofrecer otros detalles al respecto.
Desde octubre pasado, cuando el Gobierno abrió una serie de tiendas para vender productos electrodomésticos y automotrices en divisas extranjeras, el valor del CUC se ha derrumbado y el del dólar estadounidense se disparó en el mercado informal cubano.
Díaz-Canel aseguró que lo que vendrá “no es un canje de monedas. Se garantizarán los depósitos bancarios, en divisas extranjeras, el peso convertible y el dinero en manos de la población”, aseguró, según el sitio oficial Cubadebate.
El Gobierno, afectado por la pérdida de fuentes de ingreso como el turismo, las visitas de los cruceros de EEUU y la suspensión de algunas de sus “misiones médicas”, así como la amenaza de una parte del exilio de dejar de enviar remesas a partir de enero, ha obligado a acelerar una medida que La Habana viene anunciando desde hace casi una década, sin acabar de concretarla.
El gobernante aseguró que La Habana sostiene actualmente “lazos formales con EEUU” debido a los “vínculos familiares de millones de ciudadanos” de la Isla con cubanos que allí viven.
No obstante, criticó que la Administración de Donald Trump ha arreciado las sanciones contra su Gobierno. “Para la historia quedarán como actos de piratería dejar sin combustible a un país de 11 millones de habitantes”, dijo, en referencia a las sanciones aplicadas por Washington a los envíos de petróleo que su estrecho aliado Nicolás Maduro hace regularmente a la Isla. EEUU culpa a La Habana de sostener en el poder a Maduro, cuyo mandato en Venezuela considera ilegítima la mayor parte de la comunidad internacional.
La ANPP aprobó en este jornada un calendario legislativo para la redacción y discusión de nuevas leyes y reglamentos derivados el nuevo texto constitucional tutelado por el Partido Comunista
El gobernante consideró que “la respuesta del pueblo cubano” fue apretarse el cinturón ante las medidas de racionamiento que aplicaron las autoridades, y que calificaron como “coyunturales”. Actualmente, los cubanos padecen una escasez permanente de alimentos, fármacos, productos de aseo, y otros de primera necesidad.
El Gobierno culpa invariablemente de ello a las sanciones de Washington, sin mencionar la ineficiencia de la economía, que según las propias cifras oficiales, apenas creció un 0,5% este año, dato que algunos expertos cuestionan.
“Cuando se mira afuera se da cuenta del por qué hay que mantener el socialismo. Hay un mundo donde se profundizan las desigualdades. El neoliberalismo empobrece naciones. Ejemplo de ello es Argentina, un país con grandes deudas del Gobierno saliente”, aseguró.
Sobre las crecientes demandas de diversos grupos de la sociedad cubana que se organizan para reclamar derechos, aseguró que “debemos prepararnos para legislar sobre violencia de género, racismo, maltrato animal y diversidad sexual.”
La ANPP aprobó en este jornada un calendario legislativo para la redacción y discusión de nuevas leyes y reglamentos derivados el nuevo texto constitucional tutelado por el Partido Comunista, al que diversos grupos han señalado sus carencias desde el punto de vista de libertades políticas y derechos individuales.
Díaz-Canel dijo que su Gobierno, como política oficial, “no practica ninguna de esas discriminaciones, al contrario, promueve la inclusión como obra transformadora de la Revolución”, aunque reconoció que “existen conductas discriminatorias que debemos atender, pero sin dar paso a los fracturas que se alientan desde el exterior.”