Ilustración sobre Clandestinos. DDC.-
A lo largo de este mes ha quedado manifiesta la ineficiencia de la PNR, Seguridad del Estado, los CDR y ‘el pueblo revolucionario’.
—Con la exposición ante las cámaras y micrófonos del Noticiero Nacional de Televisión de dos presuntos culpables y con la acusación de financiamiento de la “mafia anticubana” desde EEUU, el régimen cubano cree haber acabado con las operaciones de quienes se esconden tras el nombre de Clandestinos. No se hizo alusión, en cambio, a operaciones similares ocurridas fuera de la capital, reclamadas o no por Clandestinos.
“Los culpables fueron detenidos con celeridad y pronto confesaron con lujo de detalles”, afirmó la versión oficial. Y hace unos días se hizo pública la grabación del interrogatorio de dos oficiales de Seguridad del Estado al artista cubano Javier Caso, residente en EEUU y de visita en La Habana, donde uno de esos oficiales amenazaba: “No sé si sabes que la policía cubana está entre las cinco mejores del mundo”.
Toda una semana para detener a dos presuntos culpables, cuando los bustos martianos y carteles se encuentran en lugares públicos, hay dispuestas cámaras de vigilancia y existe un sistema de vigilancia total, establecido cuadra a cuadra, no es un buen indicador de operatividad.
Asimismo, el Noticiero Nacional de Televisión informó que la vía de pago establecida para Clandestinos desde Miami había sido utilizada ya para que aparecieran, por los alrededores de la Colina Universitaria, unos carteles en contra de la nueva Constitución. La fecha de esos hechos es febrero de 2019. El lugar no pudo ser más céntrico y abierto. Se hace altamente dudoso hablar de celeridad investigativa y policial cuando, a casi un año, no han logrado resolver tal caso.
El régimen castrista necesita alardear, en noticieros y en interrogatorios, de la efectividad de su vigilancia, porque su sobrevivencia depende esencialmente de ese sistema de espionaje y delación. En contra de esos alardes propagandísticos, las acciones —de Clandestinos y otros— han venido a demostrar a lo largo de este mes las ineficiencias de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), las fuerzas de Seguridad del Estado, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y eso que llaman el “pueblo revolucionario”.
Todo parece indicar que, igual que ocurre con la educación y la salud pública, también va en decadencia el que fuera el mayor de los logros del régimen: el control policial.