Ariel Díaz. / 14YMEDIO.-

 

 

‘Es, simplemente, que las autoridades no están al servicio del pueblo’, denuncia en Facebook.

 

 

DDC, La Habana 

“¿Hasta cuándo vivir como animales? Esta vez no voy a suplicar atención ni a encontrar soluciones, solo queda la opción del estallido”, advirtió el trovador cubano Ariel Díaz, tras denunciar la inconsecuencia de las autoridades de La Habana con los vecinos del edificio donde vive.

Edificio Reina 109, último aviso a las autoridades responsables. Prometieron atención especial a este caso, prometieron…

Publicada por Ariel Díaz en Miércoles, 19 de febrero de 2020

“Advierto a las autoridades pertinentes. Cuando aparezca el letrero, suenen las cazuelas en la calle o se aparezca un grupo de vecinos a buscar agua al Hotel Manzana, o a los otros que sí tienen agua las 24 horas, no vayan a acusar a nadie de ‘estar al servicio del enemigo’. Es, simplemente, que las autoridades no están al servicio del pueblo”, escribió Díaz en su muro de Facebook.

El trovador, una de las voces más destacadas de un movimiento que comenzó a difundirse a mediados de la década de los 90 bajo el auspicio de la oficial Asociación Hermanos Saíz (AHS), conocido como los Cantores de la Rosa y la Espina, señaló que las autoridades han engañado a los vecinos de su edificio en Centro Habana, ubicado en la Calle Reina número 109, en los altos de la tienda Ultra.

“Prometieron atención especial a este caso, prometieron tres pipas de agua a la semana para llenar la cisterna, prometieron hacer un ‘levantamiento’ para acabar con las irregularidades dentro del edificio, ladrones de agua, exceso de tanques de almacenamiento que amenazan con sobrecargar el inmueble y afectar su estructura so pena de multas, prometieron, prometieron, prometieron… De eso hace ya más de dos meses”. contó.

“Durante el mes de enero solo se puso el agua tres veces sin la fuerza necesaria para llenar los tanques de reserva, febrero va por tres también. (…) Corrupción, una encargada del consejo de vecinos que no da la cara, vive en el primer piso y tiene exceso de tanques que se llenan sin problema antes de subir el agua a los dos pisos superiores.”

“Caos, comer en la calle, algunos orinan en los balcones, defecar en bolsas de nylon o papeles de periódico, suciedad en la escalera, en fin. Mi compañera no ha podido trabajar, sus nervios empiezan a colapsar, nuestro niño de siete años ha faltado a la escuela varias veces, pues tienen que emigrar una y otra vez hacia mi casa en otro barrio lejano”, agregó.

“Esta mañana nuestro niño pequeño nos ha dicho: ‘compremos un pasaje y vayamos a vivir a otro país’. Triste, pero no tan desacertada, es la inocencia infantil. La esperanza es lo último que se pierde, dicen. Tal vez estamos en el final del final”, culminó su denuncia.

La situación del servicio de abasto de agua potable en populosas zonas de la capital cubana han provocado protestas y el cierre espontáneo de calles. A fines de enero, varios vecinos del barrio de San Leopoldo, en la propia Centro Habana, protagonizaron un cacerolazo exigiendo que les pusieran el agua. Ante esas situaciones, las autoridades suelen responder con represión.

Entre las personas que reaccionaron a la publicación del trovador, Rossana Oliva escribió: “Eso es lo más jodido que tiene este sistema, que termina decepcionando a los que creen en él. Lo que le está pasando a Ariel, yo lo viví con mi padre.”

Ariel Díaz, quien es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y trabaja para el estatal Centro Nacional de la Música Popular, participó en las tribunas abiertas, actos políticos que organizó el Gobierno para apoyar su campaña por el regreso de Elián González.

“Sé lo que es estar de pronto en el ojo de un ciclón sin saber cómo llegaste ahí, incluso estando de acuerdo con determinadas cosas. Me di cuenta del carácter de ese mecanismo que cuando dejas de ser útil te tira a un lado”, aseguró a 14ymedio, en una entrevista en 2019