Las fuerzas policiales son desobedecidas públicamente por quienes no entienden de razones cuando se trata de luchar por sobrevivir.
SANTIAGO, Cuba. – La actual situación económica en Cuba se puede describir como un absoluto caos. La escasez ha llegado a niveles muy parecidos a los del llamado “Período Especial” de los años 90, la crisis económica que sobrevino a la desaparición de la ayuda financiera soviética. En este escenario, el Gobierno va perdiendo el control.
En todas las provincias se ha reportado la falta de productos, casi todos de primera necesidad. La odisea de conseguirlos se hace notar en las colas inmensas para tratar de adquirirlos. Entretanto, las fuerzas policiales han sido desobedecidas públicamente por quienes no entienden de razones cuando se trata de luchar por sobrevivir.
Santiago de Cuba es una de las provincias que más desabastecimiento ha presentado, y el municipio Songo-La Maya es sin dudas uno de los más afectados.
También es en esta provincia donde probablemente se ha registrado un mayor número de recientes y constantes actos de rebeldía contra oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y demás fuerzas del Ministerio del Interior (MININT).
La crisis se agudiza y los últimos días han sido suficientemente críticos para el pueblo songomayense. El pasado sábado, por ejemplo, fue de las jornadas más difíciles en los últimos meses. No había casi ningún producto cárnico a la venta, ni en establecimientos estatales ni en los particulares. La única opción en la red minorista de comercio era el picadillo de “carne mixta”, de pésima calidad, aún así al precio era de 1.40 CUC la unidad de 250 gramos.
En el lapso de dos meses, de acuerdo con los testimonios ofrecidos por habitantes de la localidad, el Estado no ha abastecido el Centro de Elaboración de Alimentos, el único lugar donde la población compraba la carne de cerdo a precios relativamente bajos, de entre 17.50 y 18 pesos la libra, una cantidad que contrasta con los 30 pesos que, como mínimo, cobran los vendedores particulares por igual cantidad.
El pollo congelado, aunque se vende con cierta regularidad, solo llega a los establecimientos una vez por semana, y en paquetes de muslos cuyos precios por unidad de 2 kilogramos no bajan de los 3 CUC, no obstante, la demanda es alta y supone “matazón segura”, pues las filas se convierten en verdaderas aglomeraciones.
El suministro del gas licuado también se ha visto afectado por la crisis, agravada por la dilación de los ciclos normados y la existencia de un único punto de venta a la población en todo el municipio, donde la cantidad asignada no satisface la demanda real de los cerca de 100 300 habitantes.
Al respecto, CubaNet conversó con unos de los trabajadores del punto de venta de gas licuado: “Se dieron alrededor de 300 tíquets y ese número no representa ni la tercera parte de la población que realizó el contrato del gas en la localidad en 2018. La gente estaba muy alterada y con toda razón pues desde hace casi dos meses no había gas”, comentó el empleado.
A pesar de la presencia de efectivos de la policía, la situación fue en extremo caótica, al punto que las personas derrumbaron parte del muro de la entrada, al mismo tiempo que desafiaban con insultos a uno de los uniformados.
“Me asusté cuando tumbaron el muro porque mucha gente se cayó al suelo y algunos se dieron golpes, pero cuando el muchacho comenzó a gritarle y a ofender (al policía), supe que todo se había salido de control y que las cosas podrían acabar peor, gracias que vinieron los (policías) de Santiago”, dijo el mismo empleado.
Por una fuente local supimos que, horas más tarde, mientras intentaba poner orden en una fila para comprar combustible, el mismo oficial fue insultado por un motociclista en la gasolinera de La Maya.
Aunque pudieran ser considerados como acciones menores de desobediencia, estos episodios se sumarían a los ya divulgados por los medios de prensa independientes y las redes sociales, como ese en que una turba arremetía a pedradas contra los policías que intentaban proteger al violador de una niña en Santiago de Cuba.
Estas acciones, analizadas desde la perspectiva de la pérdida del miedo, pudieran considerarse como una señal, entre muchas otras, de que el pueblo cubano comienza a salir de un letargo y a dar pasos importantes en busca de la libertad.