“Los estadounidenses reelegieron nuestra mayoría en 2016 y la expandieron en 2018 porque nos comprometimos a trabajar con el presidente Trump y apoyar su agenda, en particular sus destacados nombramientos para el poder judicial federal”, dijo McConnell en un comunicado.
“Una vez más, cumpliremos nuestra promesa. El candidato del presidente Trump recibirá una votación en el pleno del Senado de los Estados Unidos“, agregó.
La muerte de Ruth Bader Ginsburg, una jueza considerada progresista, hizo saltar las alarmas entre los partidarios demócratas, quienes temen que los republicanos apresuren la nominación y votación en el senado para asegurar una mayoría conservadora en la Corte Suprema.
El Supremo está compuesto por nueve jueces con puestos vitalicios, actualmente 5 conservadores y 4 liberales.
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