OCDH denuncia la “sanción injusta” contra periodista Roberto Quiñones. Foto archivo.-

 

“Hacemos un llamado a los gobiernos, a la Unión Europea y a los organismos internacionales a que exijan la libertad de Roberto Quiñones”

 

“La condena a un año de trabajo correccional con internamiento es un ataque a la libertad de expresión y a la labor de medios alternativos a la manipulada y obsoleta prensa oficialista cubana”, afirmó el Observatorio en un comunicado.

“Estamos ante una sanción injusta, producto de un proceso amañado, en el que autoridades judiciales, carentes de la más mínima independencia, no permitieron la presentación de pruebas relevantes para la defensa del periodista independiente”, agregó la OCDH.

La ONG, con sede en Madrid, España, solicitó además la revocación de la condena y la acción de la Unión Europea y organismos internacionales.

“Hacemos un llamado a los gobiernos, a la Unión Europea y a los organismos internacionales a que exijan la libertad de Roberto Quiñones Haces, otra víctima del gobierno de Miguel Díaz-Canel, autoproclamado el de ‘la continuidad’, que sigue reprimiendo con dureza a opositores y miembros de la sociedad civil”, refiere el comunicado.

Quiñones Haces fue condenado por el Tribunal Municipal de Guantánamo a un año de privación de libertad sustituida por trabajo correccional con internamiento por el supuesto delito de desacato y desobediencia, por querer cubrir el juicio contra el matrimonio de pastores Ramón Rigal y Ayda Expósito, condenados a prisión por intentar educar a sus hijos en el hogar, el pasado 22 de abril.

Después de pasar cinco días detenido tras el violento arresto, el régimen cubano le impuso una multa a Quiñones, y tras la negativa del periodista independiente a pagar una amonestación por un delito que no había cometido, fue condenado esta semana en un juicio amañado.

La condena a Roberto Quiñones ha sido criticada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Subsecretaria (saliente) de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kimberly Breier, el Departamento de Estado de EE.UU., y el senador cubanoamericano Marco Rubio, entre otras organizaciones internacionales.

“No espero nada del castrismo pero tampoco voy a arrodillarme ante los opresores del pueblo de Cuba”, aseguró recientemente el periodista en uno de sus textos.