Pedro Luis Ferrer. DIARIO DE LAS AMÉRICAS.-
El cantautor cubano compara el fidelismo con el machismo.
DDC, Madrid.-
—El cantautor cubano Pedro Luis Ferrer compara el fidelismo con el machismo en un texto publicado este 4 de febrero en Facebook.
“El fidelismo, entre otras cosas, constituye una cosmología de pensamiento intransigente que no solo abarca a quienes están incondicionalmente a su favor, sino también a los que se le oponen radicalmente dando sustento justificativo a la lógica de su razonamiento excluyente. Algo parecido a lo que ocurre con el ‘machismo’, donde la actitud dominante del hombre queda justificada por la complementación pasiva de la mujer que, no solo al someterse, sino incluso al rebelarse y reclamar, mantiene intacto el nexo material y espiritual de dependencia, cuya lógica permanece en el ámbito de lo que no debe ser”, analiza Ferrer.
La reflexión viene a propósito de otro texto que publicó en la misma red social en julio de 2019, titulado “¿Hablar por todos?”, donde un colega le dejó el siguiente comentario: “Es más, en el momento en que logremos empoderarnos, la opción de muchos cubanos que vivan en la Isla será alejarse de cualquier cosa que huela a comunismo, por encima de cualquier precepto democrático o humanista”.
En este nuevo escrito el cantautor vuelve a pensar sobre el tema de la democracia, y señala que “el antídoto del comunismo no es, como algunos creen, el anticomunismo, sino la democracia”.
Ferrer explica que ha declinado “con todo cariño” participar en “el primer concierto anticomunista” que se celebrará este año en EEUU.
“No ser católico no significa ser anticatólico. No tengo vocación ‘antista’, prefiero dedicarme simplemente a ir a favor de aquello en lo que creo”, fue su respuesta a la invitación.
Para Ferrer, “el anticomunismo es solo una parte reactiva de su esencia, por lo que tiende a moverse dentro de su propia lógica excluyente. La democracia, en cambio, no es una reacción, sino una esencia simultáneamente integradora y liberadora que equilibra la convivencia social y, al establecer ampliamente el derecho de cada ente, garantiza el respeto recíproco y armónico de todos los individuos y colectivos en la sociedad”.
Y pone como ejemplo democracias europeas que no prohiben “la existencia de los neonazis (y bien sabemos el daño que el nazismo ocasionó a Europa y el mundo), porque de hacerlo estaría negando la esencia estratégica de la democracia”.
“Sencillamente se consagra a establecer los límites del accionar neonazi dentro de unas reglas consensuadas y claramente establecidas democráticamente, es decir, mediante la ley que regula la convivencia entre todos los ciudadanos libres, independientemente de su credo”, dice el músico.
“Me basta con decir: ¡Viva la democracia!”, concluye el trovador, que empezó el año ofreciendo conciertos en Miami junto a su hija.