Clientes esperando su turno para entrar a la sucursal de Western Union en la tienda Ultra, en La Habana. DDC.-
La información deliberadamente incompleta publicada por FINCIMEX crea confusión y temor entre muchos cubanos, mientras las oficinas de Western Union siguen abiertas.
—El reciente anuncio de la empresa cubana Financiera Cimex S.A. (FINCIMEX) de que cerrará las ventanillas de pago de la empresa Western Union en la Isla, ha provocado confusión y temor entre los cubanos que reciben remesas desde Estados Unidos.
La inquietud está provocada por una información deliberadamente incompleta que pone a la financiera, propiedad de los militares, como víctima de la política estadounidense y atiza el miedo entre los destinatarios de remesas en Cuba.
“Dijeron que iban a cerrar las operaciones de la Western Union y me comuniqué de inmediato con mi familia para que buscaran otra manera de envío, pero resultó que todavía sigue funcionando y me enviaron dinero para comprobarlo”, dijo Rolando Valladares, vecino de Centro Habana, en la sucursal ubicada en el interior de la tienda Ultra.
“No fue un rumor, sino que oficialmente las autoridades cubanas dijeron que las Western Union cerrarían por decisión de los norteamericanos. Así que esta vez ‘la bola’ quien la circuló fue el Gobierno cubano, y eso nos tiene confundidos porque no explicaron bien cómo queda finalmente la cosa: si seguiremos recibiendo las remesas o no”, añadió Valladares.
En un comunicado oficial, donde dijo que las remesas familiares hacia Cuba “han sido politizadas continuamente por la extrema derecha anticubana”, FINCIMEX , perteneciente al conglomerado empresarial GAESA, de los militares cubanos, se presentó como la entidad que “por decisión soberana del Gobierno cubano ha sido encargada de garantizar las remesas a Cuba desde los EEUU”, siendo Western Union una de sus contrapartes.
En ese mismo comunicado, FINCIMEX avisó que los 407 puntos de pago de Western Union distribuidos en todo el país cerrarán a causa de las modificaciones anunciadas el pasado 23 de octubre por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos respecto a las regulaciones para el control de activos cubanos.
Western Union sigue dando servicio
Aunque varias sucursales de Western Union que brindaban servicio en La Habana regularmente la pasada semana estaban cerradas este miércoles, en un recorrido fue posible corroborar que al menos una docena continuaban abiertas en sus horarios habituales.
Una empleada de Western Union, que pidió no ser identificada y que tampoco fuera revelada la ubicación de su oficina, dijo que “la nota oficial de FINCIMEX trajo mucha confusión y es totalmente opuesta a la información de la propia empresa norteamericana”.
“Mi celular no cesa de sonar porque mis amistades me han estado llamando aterrorizadas, buscando información verídica. Lo mismo sucede con mis vecinos, y eso es consecuencia, en primer lugar, de que al pueblo no se le informa como es debido”.
“Decir que cerrará Western Union a causa de los Estados Unidos es en buena lid una mentira”, dijo la empleada.
Según las disposiciones estadounidenses, La Habana debe encontrar antes del 27 de noviembre otra contraparte para Western Union en Cuba.
“Seguirá siendo posible enviar remesas estadounidenses a Cuba, pero no pasarán por el control de las fuerzas militares cubanas, que utiliza esos fondos para oprimir al pueblo cubano y financiar la injerencia cubana en Venezuela”, precisó el Departamento de Estado.
Las disposiciones de EEUU “no están dirigidas a eliminar los envíos de remesas a Cuba. Eso es una total falsedad”, dijo a DIARIO DE CUBA el economista cubano Emilio Morales.
“Las medidas están dirigidas a sacar a los militares de ese negocio, que es bien lucrativo, y por el cual ellos ingresan miles de millones de dólares todos los años. Los dólares nunca llegan a las manos de las personas a las que están destinados”, añadió refiriéndose a que Western Union debe entregar las remesas en CUC.
“Asignar ese negocio a otras instituciones estatales (…) es algo que las autoridades cubanas pueden hacer perfectamente. Por ejemplo, tienen al Banco Metropolitano, al Banco Popular de Ahorro, al Banco de Crédito y Comercio. Y tienen a la empresa Correos de Cuba, que tiene oficinas en todos los municipios del país”, precisó.
“No veo a un solo militar quejándose”
No obstante, la mayoría de los afectados solo ha tenido acceso a la versión manipuladora de FINCIMEX, apoyada y publicitada por el Gobierno cubano. Esto hace que entre las opiniones predomine la idea de que ambos gobiernos se olvidan de los más perjudicados.
“Los cubanos aquí en la Isla no somos tontos ni analfabetos, simplemente tenemos necesidades básicas que nuestros familiares en el extranjero están dispuestos a aliviar”, dijo Mario Miguel Azcuy, profesor de Matemáticas.
“Sabemos bien que el Gobierno cubano tiene que permitir que la Western Union pueda entregarnos el monto enviado en la moneda que se deposita allá, en dólares, y ese es un reclamo legítimo. Pero también habría que responder a otras preguntas: ¿por qué, desde un inicio, las autoridades estadounidenses no rechazaron negociar con FINCIMEX? Porque no fue ahora y en medio de una situación pandémica que FINCIMEX se convirtió en una empresa militar, sino que lo es desde el principio. En cualquier caso, el pueblo es quien carga las consecuencias”, dijo Azcuy.
“No veo a un solo militar quejándose. No veo a un solo miembro del Gobierno cubano confuso y en pánico al saber que de un momento a otro no podrá recibir remesas”, cuestionó Saraí López Barrientos mientras aguardaba su turno en la sucursal del Focsa, en el Vedado.
“A quien sí veo desesperada es a la gente del pueblo. Es cierto que recibimos el dinero en un papel, el CUC, que pronto dejará de existir. Es cierto que las tiendas en MLC (Moneda Libremente Convertible) están surtidas y que en las de CUC solo están los estantes vacíos. No estamos ciegos, sabemos que el Gobierno nos miente, pero la solución no puede seguir asfixiando al pueblo”, añadió López Barrientos.
“Aunque entiendo que toda la situación en el país es responsabilidad del Gobierno, la política no impedirá que mi casa se me desplome encima”, apuntó Arletis Castro quien lleva más de cinco años intentando reparar su vivienda. “Todas las empresas en Cuba están militarizadas, así que no veo solución en sacar del juego a FINCIMEX, aunque mañana sea otra la que asuma ser contraparte de la Western Union”, concluyó.