Por Henry Chirinos / Cubanos por el Mundo. | 26 de junio 2020.-

—En la unión está la fuerza. La determinación del científico cubano, Ariel Ruiz Urquiola, lo hizo conseguir ser escuchado ante la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), por lo que decidió levantar la huelga de hambre, sed y medicamentos (como paciente de VIH) que sostenía en las cercanías del Palacio de Wilson, en Ginebra.

La familia Ruiz Urquiola decidió que fuese Rosa María Payá que confirmara la noticia. “Es un gran honor contarles en este momento esta gran noticia, una noticia de una victoria, de un triunfo, es la noticia de que Ariel recibió la carta que lo registra para dirigirse sin intermediarios, tal y como es su demanda, al pleno del Consejo de DDHH de las Naciones Unidas”.

Fue UN Watch la encargada de entregarle la noticia. “Esto en respeto de los observadores de Naciones Unidas, en agradecimiento a todos los cubanos de buena voluntad que lo han acompañado en este esfuerzo, para exponer cuál ha sido el crimen de lesa humanidad perpetrado en contra de su cuerpo y el de su hermana”.

Aseguró Payá que Ariel Ruiz Urquiola le pidió expresar el respeto por toda la “buena voluntad” que quedó demostrada de parte de todos los cubanos que expresaron su apoyo. “Es una victoria que compartimos todos los cubanos con los hermanos Ruiz Urquiola”, dijo la activista.

Tras cinco días a las afueras de la sede de la ONU en Ginebra, el activista logró su cumplido, una petición que contó con el contundente respaldo de la comunidad cubana dentro y fuera de Cuba. En la isla, cabezas rapadas en solidaridad con la familia Ruiz Urquiola, fuera de ella, voces  que confirmaba

El científico cubano había contado con el respaldo de organizaciones como UN Watch, que emplazaron a la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a darle atención al caso de Ruiz Urquiola, quien además presenta un delicado estado de salud, debido a que es paciente de VIH, precisamente inoculado en su paso por una de las prisiones del régimen cubano, según denunció el activista.